21 de julio de 2010

Rezar por el Papa, rezar con el Papa


«Sé que su corazón, Santo Padre, sufre mucho en estos días por la situación de la Iglesia, por la paz del mundo, por las muchas necesidades de los pueblos, pero, sobre todo, por la falta de obediencia de algunos, incluso católicos, a la elevada enseñanza que usted, asistido por el Espíritu Santo y en nombre de Dios, nos da. Le ofrezco mi oración y mi sufrimiento diario, como pequeño y sincero don del último de sus hijos, a fin de que el Señor le conforte con su gracia para continuar el arduo y recto camino, en la defensa de la verdad eterna, que nunca debe cambiar aunque cambien los tiempos».

Estas palabras, completamente actuales, podrían haber sido escritas ayer, pero las dirigió san Pío de Pietrelcina a Pablo VI en una carta fechada hace más de cuarenta años. Pienso que todos los que formamos parte de este blog, podríamos muy bien suscribirlas.

Rezar por el Papa, es también rezar con el Papa. Todos los meses, el Santo Padre da a conocer sus intenciones de oración, tanto de carácter general como misional. Con ello, pide a todos los fieles que nos unamos a él para orar por aquellas cuestiones que considera prioritarias.

En el libro de los Hechos de los Apóstoles leemos que cuando Pedro estaba en la cárcel, la Iglesia entera oraba por él. Y es que una de las obligaciones del cristiano es rezar por el Santo Padre, por su persona y su ministerio.

El Papa es el Vicario de Cristo, es decir, ‘el que hace las veces de Cristo’ en el gobierno de la Iglesia. ¡Imaginad cuánto necesita nuestra oración! En la primera entrada de este blog, se dice textualmente: «el modo principal y más eficaz de apoyar al Romano Pontífice es la oración común. ‘Blogueros con el Papa’ fomentará el ejercicio de la plegaria unida de los blogueros». Juan Pablo II insistía en la necesidad de vivir un cristianismo que se distinguiera en el arte de la oración. Escuchémosle y que nuestro apoyo incondicional al Santo Padre se base, ante todo, en rezar por él y con él.

Así lo expresa un santo de nuestro tiempo: «Ofrece la oración, la expiación y la acción por esta finalidad: ‘ut sint unum!’ –para que todos los cristianos tengamos una misma voluntad, un mismo corazón, un mismo espíritu: para que ‘omnes cum Petro ad Iesum per Mariam!’ –que todos, bien unidos al Papa, vayamos a Jesús, por María». (San Josemaría – Forja, nº 647).