24 de noviembre de 2010

El Papa y los preservativos

He estado durante bastante tiempo en un fuera de juego bloguero, y tampoco he tenido mucho tiempo para informarme más sobre este asunto. Pero hoy tengo un ratito y vale la pena que lo dedique a dar mi opinión sobre este tema.

¿Cuáles han sido las palabras del Papa?

"Concentrarse sólo en el preservativo quiere decir banalizar la sexualidad y esta banalización representa precisamente el motivo por el que muchas personas ya no ven en la sexualidad la expresión de su amor, sino sólo una especie de droga, que se suministran por su cuenta. Por este motivo, también la lucha contra la banalización de la sexualidad forma parte del gran esfuerzo para que la sexualidad sea valorada positivamente y pueda ejercer su efecto positivo en el ser humano en su totalidad. Puede haber casos justificados singulares, por ejemplo, cuando un prostituto utiliza un preservativo, y éste puede ser el primer paso hacia una moralización, un primer acto de responsabilidad para desarrollar de nuevo la conciencia sobre el hecho de que no todo está permitido y de que no se puede hacer todo lo que se quiere. Sin embargo, este no es el verdadero modo para vencer la infección del VIH. Es verdaderamente necesaria una humanización de la sexualidad”. (

¿Cuál es el contexto?

El Papa está hablando en el contexto de una amplia entrevista que será publicada justamente hoy en varios idiomas simultáneamente  y en la que responde a la cuestión de la lucha contra la epidemia del SIDA. Este es el contexto, como se desprende perfectamente de este artículo de referencia.

Estas palabras han sido tergiversadas y mal interpretadas por  los enemigos del Papa. Se trataría de un primer paso -tímido, pero importante- en la senda de la aceptación católica del preservativo: el Papa habría modificado la postura del magisterio eclesial sobre el tema. Así se ha presentado la noticia hace unos días.

Hace poco más de un mes escribí un post titulado "los preservativos: ¿ídolo o tabú? en el que se puede encontrar la razón que explica la desproporción que existe entre las palabras del Papa y el eco que recibe en los medios de comunicación. 

Para quienes el preservativo es un ídolo, todo lo que pueda ayudar a su exaltación es siempre bien venido.

Para quienes el preservativo es un tabú, incluso el Papa hará mal en tocar un tema tan obsceno. (Véase una reacción de este tipo en este otro enlace: el Papa Benedicto XVI y la justificación del preservativo.