27 de diciembre de 2010

EL PAPA NOS INFORMA

   

PÁGINA INFORMATIVA SEMANAL SOBRE LAS ACTIVIDADES Y LOS MENSAJES DEL PAPA

Año 11, No. 31 - Del 20 al 26 de Diciembre de 2010.
LAS PRINCIPALES ACTIVIDADES DEL PAPA


Lunes 20: El Santo Padre dirigió un discurso a los cardenales, arzobispos y obispos, representantes de la curia roma, con motivo de las fiestas navideñas.

Martes 21: El Papa Benedicto aceptó la renuncia del obispo Francisco C. San Diego al gobierno pastoral de la diócesis de Pasig (Filipinas) por límite de edad.

Miércoles 22: Durante la catequesis de la audiencia general en el Aula Paulo VI, el Vicario de Cristo habló sobre la espera gozosa como la actitud de los cristianos en los días que preceden la navidad.

Jueves 23: Su Santidad Benedicto XVI nombró a Mons. William Slattery como arzobispo metropolitano de Pretoria y ordinario militar para Sudáfrica.

Viernes 24: El Papa Benedicto presidió la misa de Nochebuena en la Basílica Vaticana.

Sábado 25: El Vicario de Cristo impartió la bendición “Urbi et Orbi” desde el balcón central de la Basílica Vaticana al medio día.

Domingo 26: El Santo Padre, ofició la misa en la fiesta de la Sagrada Familia.


LA VOZ DEL PAPA

Tenemos que acostumbrarnos a percibir a Dios: “También aquí hay una idea central muy bella de san Ireneo: tenemos que acostumbrarnos a percibir a Dios. Dios está normalmente alejado de nuestra vida, de nuestras ideas, de nuestro actuar. Ha venido junto a nosotros y tenemos que acostumbrarnos a estar con Dios. Y, audazmente, Ireneo se atreve a decir que también Dios tiene que acostumbrarse a estar con nosotros y en nosotros. Y que Dios quizás debería acompañarnos en Navidad, acostumbrarnos a Dios, como Dios se tiene que acostumbrar a nosotros, a nuestra pobreza y fragilidad. La venida del Señor, por ello, no puede tener otro objetivo que el de enseñarnos a ver y a amar los acontecimientos, el mundo y todo lo que nos rodea, con los mismos ojos de Dios. El Verbo hecho niño nos ayuda a comprender el modo de actuar de Dios, para que seamos capaces de dejarnos transformar cada vez más por su bondad y por su infinita misericordia” (Audiencia General, miércoles 22 de diciembre de 2010).

Debemos imitar a Dios: “Nos aparecen algunas ideas preferidas de san Ireneo, que Dios con el Niño Jesús nos llama a la semejanza consigo mismo. Vemos cómo es Dios. Y así nos recuerda que deberíamos ser semejantes a Dios. Y que debemos imitarlo. Dios se ha entregado, Dios se ha entregado en nuestras manos. Debemos imitar a Dios. Y finalmente la idea de que así podemos ver a Dios. Una idea central de san Ireneo: el hombre no ve a Dios, no puede verlo, y así está en la oscuridad sobre la verdad, sobre sí mismo. Pero el hombre, que no puede ver a Dios, puede ver a Jesús. Y así ve a Dios, así empieza a ver la verdad, así empieza a vivir” (Audiencia General, miércoles 22 de diciembre de 2010).

El que ama quiere compartir con el amado: “El Verbo se hizo carne. Ante esta revelación, vuelve a surgir una vez más en nosotros la pregunta: ¿Cómo es posible? El Verbo y la carne son realidades opuestas; ¿cómo puede convertirse la Palabra eterna y omnipotente en un hombre frágil y mortal? No hay más que una respuesta: el Amor. El que ama quiere compartir con el amado, quiere estar unido a él, y la Sagrada Escritura nos presenta precisamente la gran historia del amor de Dios por su pueblo, que culmina en Jesucristo” (Mensaje navideño antes de impartir la bendición Urbi et orbi, 25 de diciembre de 2010).

Su Reino no es de este mundo: “El Verbo se hizo carne. El anuncio de la Navidad es también luz para los pueblos, para el camino conjunto de la humanidad. El "Emmanuel", el Dios-con-nosotros, ha venido como Rey de justicia y de paz. Su Reino -lo sabemos- no es de este mundo, sin embargo, es más importante que todos los reinos de este mundo. Es como la levadura de la humanidad: si faltara, desaparecería la fuerza que lleva adelante el verdadero desarrollo, el impulso a colaborar por el bien común, al servicio desinteresado del prójimo, a la lucha pacífica por la justicia. Creer en el Dios que ha querido compartir nuestra historia es un constante estímulo a comprometerse en ella, incluso entre sus contradicciones. Es motivo de esperanza para todos aquellos cuya dignidad es ofendida y violada, porque Aquel que ha nacido en Belén ha venido a liberar al hombre de la raíz de toda esclavitud” (Mensaje navideño antes de impartir la bendición Urbi et orbi, 25 de diciembre de 2010).

Ha quedado suspendida la distancia infinita entre Dios y el hombre: “Por eso, el cumplimiento de la palabra que da comienzo en la noche de Belén es a la vez inmensamente más grande y -desde el punto de vista del mundo- más humilde que lo que la palabra profética permitía intuir. Es más grande, porque este niño es realmente Hijo de Dios, verdaderamente «Dios de Dios, Luz de Luz, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre». Ha quedado superada la distancia infinita entre Dios y el hombre. Dios no solamente se ha inclinado hacia abajo, como dicen los Salmos; Él ha «descendido» realmente, ha entrado en el mundo, haciéndose uno de nosotros para atraernos a todos a sí. Este niño es verdaderamente el Emmanuel, el Dios-con-nosotros. Su reino se extiende realmente hasta los confines de la tierra. En la magnitud universal de la santa Eucaristía, Él ha hecho surgir realmente islas de paz. En cualquier lugar que se celebra hay una isla de paz, de esa paz que es propia de Dios. Este niño ha encendido en los hombres la luz de la bondad y les ha dado la fuerza de resistir a la tiranía del poder. Él construye su reino desde dentro, partiendo del corazón, en cada generación” (Homilía en la misa de Nochebuena, 24 de diciembre de 2010).

La Sagrada Familia: “"En la fiesta de la Sagrada Familia, contemplamos el misterio del Hijo de Dios que vino al mundo rodeado del afecto de María y de José. Invito a las familias cristianas a mirar con confianza el hogar de Nazaret, cuyo ejemplo de vida y comunión nos alienta a afrontar las preocupaciones y necesidades domésticas con profundo amor y recíproca comprensión.” (Ángelus, 26 de diciembre de 2010).

INTERESANTE


1. Benedicto XVI no cambió la doctrina moral de la Iglesia sobre el condón, aclara nota del Vaticano

Tras la polémica por las tergiversaciones de un sector de la prensa sobre un extracto del libro-entrevista del Papa Benedicto XVI "Luz del Mundo" difundido por L´Osservatore Romano, la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) explica hoy que el Santo Padre no ha cambiado la doctrina de la Iglesia sobre el condón y reitera que en el caso de la prostitución su uso no legitima los preservativos sino que muestra un primer paso en la toma de conciencia hacia la responsabilidad.


2. Mayoría de brasileños defienden la vida y rechazan el aborto

En un artículo titulado "La Navidad y la Vida", el Arzobispo de Río de Janeiro, Mons. Orani João Tempesta, recordó que el 82 por ciento de brasileños defiende la vida ante el aborto, tal como lo constató una encuesta del Instituto Vox Populi, publicada a inicios de este mes.

3. La familia es comunidad de vida y amor abierta a la fecundidad

El Arzobispo de Barcelona, Cardenal Lluís Martínez Sistach, en el "clima gozoso y familiar" de la Navidad, recuerda que el matrimonio y la familia son una "comunidad de vida y de amor abierta a la fecundidad”, cuya fuente es Dios mismo.

Diego Calderón, LC (Con informaciones del Vatican Information Service). Si deseas comunicarte con el padre Diego Calderón, envía un mensaje a: equipogama@arcol.org


SUGERENCIAS PARA LA ACCIÓN
Proponer la realización, con el apoyo y el consentimiento de mi párroco, de una tarde de convivencia con aquellas personas que se encuentran solas en las calles para animarles a recibir con fe y esperanza el nuevo año.

Oración por el Papa

Oh Jesús, Rey y Señor de la Iglesia: renuevo en tu presencia mi adhesión incondicional a tu Vicario en la tierra, el Papa. En él tú has querido mostrarnos el camino seguro y cierto que debemos seguir en medio de la desorientación, la inquietud y el desasosiego. Creo firmemente que por medio de él tú nos gobiernas, enseñas y santificas, y bajo su cayado formamos la verdadera Iglesia: una, santa, católica y apostólica. Concédeme la gracia de amar, vivir y propagar como hijo fiel sus enseñanzas. Cuida su vida, ilumina su inteligencia, fortalece su espíritu, defiéndelo de las calumnias y de la maldad. Aplaca los vientos erosivos de la infidelidad y la desobediencia, y concédenos que, en torno a él, tu Iglesia se conserve unida, firme en el creer y en el obrar, y sea así el instrumento de tu redención. Así sea.