23 de octubre de 2014

SANTA TERESA HA DADO A SAN JOSÉ OTROS SERVICIOS

            Si santa Teresa ha dado a san José la paternidad de su Reforma, él es el Fundador, es lógico que le dé las particularidades de esa donación. Quien da lo más, da lo menos. Quien da una entidad, da las particularidades encerradas en esa entidad. Santa Teresa da a san José las particularidades de de su condición de Fundador. Así da a san José el título de sus conventos
            Para Santa Teresa los conventos por ella fundados a imagen y semejanza del primer convento de san José de Ávila y solar de ellos son las casas de san José. “Importó tanto el no tardarnos ni un día más para lo que tocaba a esta bendita casa (de san José). Muchas veces me espanta cuando lo considero y veo cuán particularmente quería su Majestad ayudarme para que se efectuase este rinconcito de Dios, que yo creo que lo es y morada en la que su Majestad se deleita, como una vez, estando en oración,  me dijo que era esta casa (de san José) paraíso de su deleite (V 35,12). Quien dice estas palabras  a santa Teresa es el mismo que dijo ya en el A. Testamento que encontraba sus delicias en estar con los hijos de los hombres (Sab 8,31). Ahora las encuentra, sus delicias, en estar con las hijas de san José en su convento de Ávila.
            Más tarde, después de decir a las que no estén a gusto en el convento que busquen otro o se marchen al mundo, añade: “porque esta casa es un cielo si le puede haber en la tierra; para quien se contenta solo de contentar a Dios, y no hace caso de contento suyo tiénese muy buena vida” (C 13,7).
            San Pedro de Alcántara le daba este juicio sobre el primer convento de san José de Ávila, este rinconcito. “Verdaderamente es propia casa esta de san José, porque en ella se me representa el pequeño Hospicio de Belén” (Año teresiano, 7  febrero).
            Estas expresiones y dichos podemos aplicarlos a todos los demás conventos fundados por la madre Teresa, porque el convento de san José es el principio y solar de todos ellos. 

           
Le da el título de sus conventos.
           
            Para santa Teresa los conventos que va fundando a imagen del de san José de Ávila, son las casas de su  Señor  y Padre san José. Por eso procura que la mayoría de ellos lleven el nombre y el título de san José. De los 17 palomarcitos de la Virgen, fundados por ella, 11 llevan el título de san José: el de Ávila (1562), el de Medina del Campo (2567), el de Malagón (1568),  el de Toledo (1569), el de Salamanca  (1570), el de Segovia (1574), el de Beas de Segura (1575), el de Sevilla (1576), el de Caravaca (1576), el de Palencia (1580), el de Burgos (1582). Con esta particularidad, que a partir de la fundación del convento de Segovia,  san José va asociado con el título de la Virgen, de otro misterio del Señor o de algún santo.. Así en el capítulo 21 de las Fundaciones dice que en el se trata de la fundación del glorioso san José del Carmen de Segovia, hecha en la fiesta de dicho Santo; en el capítulo 22 en que se trata de la fundación del glorioso san José del Salvador de Beas de Segura;  en el capítulo 23, en el que se trata de de la fundación del monasterio del glorioso san José del Carmen en la ciudad de Sevilla; en el capítulo  29, trátase de la fundación de san José de nuestra Señora de la Calle de Palencia, hecha el día del Rey David. El Cronista de la Reforma dice con gracia, refiriéndose a esta fundación: “Por no dejar el título de san José, le casaron otra vez con nuestra Señora, llamándole san José de nuestra Señora de la Calle” (Reforma, l. 5,c.7.p. 746); en el capítulo 31, comiénzase a tratar en este capítulo de la fundación del glorioso san José de santa Ana en la ciudad de Burgos.
            Esta costumbre la siguieron después sus hijos e hijas. Así nos encontramos con el título de san José de la Encarnación, san José del Carmen etc. El caso era que san José fuese el titular de los conventos..

            Le da su imagen en sus fundaciones.

            Si no todas las fundaciones de la Madre Teresa llevan el título de san José no hay ninguna en la que no esté presidiendo y amparando la fundación  una imagen de san José. San José a una puerta… Es una expresión más de su experiencia josefina y de su amor a san José el ir sembrando por sus conventos imágenes de san José, la mayoría de las cuales se conservan todavía.
Es notable a este respecto el dato de que llevaba consigo en todas las fundaciones una imagen de bulto de san José, que recibió el título e “San José del Patrocinio” y a quien llamaba el Fundador. Y cuando el P. Pedro Fernández, dominico, la nombró Priora del convento de la Encarnación en 1571, la Santa entra en el coro con la fuerte oposición de una gran mayoría de las 150 monjas que componían la comunidad y con el Te Deum laudamus –a ti te queremos y a ti te alabamos-, entonado por las monjas que la querían por Priora,, abrazada a una pequeña imagen de san José. Llegadas al coro  coloca  una imagen de la Virgen en la silla prioral y en el sitio de la subpriora la pequeña y bella imagen que lleva de san José y sentándose a su lado les dirige la palabra-
Con tan buenos patronos y ayudadores pronto el monasterio está en orden. Y no es poco lo que a este respecto hace san José. Santa Teresa consigue entre las monjas la fama de saberlo todo de ellas, hasta las cosas secretas y las pequeñas picardías de las novicias.¿Quién le cuanta todo esto? Es san José, el san José del coro. Cuando santa Teresa vuelve de alguna nueva fundación, después de meses de ausencia, la primera visita es para el san José del coro y habla con él. Y así surge la leyenda de san José el Parlero, que de tanto hablar y contar a la Santa quedó con la boca milagrosamente  abierta (MARIA PIEL, Retablo de carmelitas, EDE, Madrid, 1981, p. 59).
Santa Teresa valoraba muchísimo esta presencia protectora de san José a través de sus imágenes. Y así en la fundación de Burgos, el médico Antonio, Aguiar, amigo del P. Gracián, hace notar que al no encontrar una imagen del Santo, hizo reparar por mano de un pintor un santo antiguo para que representase a san José (BMC,20,428).
A Diego de Ortiz, fundador del convento de Toledo, le recuerda en una carta que no se descuide tanto en poner al Señor san José en la puerta de la iglesia (Cta 5.o2.1571). Y se preocupa de mandar un san José al convento de Caravaca, que lo están haciendo y no les ha de costar nada, dice  a María de san José (Cta 7.12.1576), y cuando lo recibe a los nueve días de esta notificación, escribe gozosa: “Harta consuelo me ha dado la venida de mi Padre san José” (Cta 16.12.1576).