22 de marzo de 2017

AUDIENCIA DEL PAPA FRANCISCO

El Papa Francisco continua con sus catequesis en sus respectivas audiencias. Hoy nos habla de lo que nos dice San Pablo con el fin de animarnos y ayudarnos en el camino hacia el Señor. Fundamental es la perseverancia o paciencia, para soportar todas las adversidades y obstáculos que nos salen al paso en nuestro camino. Y, no menos, la consolación, capacidad de sabernos consolados, acompañados y auxiliados en todo momento por el Señor, sobre todo en las situaciones más deprimidas y decepcionantes de nuestro camino.

Por eso, nuestra fortaleza no nace de nosotros, débiles y frágiles, sino que nos viene de Dios. En Él nos fortalecemos y superamos los obstáculos que nos asedian y nos amenazan con destruirnos y derrumbarnos. En y por Él avanzamos con paso firme y, en las debilidades, somos fuertes, capaces de, en el Espíritu Santo, vencer todas las dificultades que nos cierran el paso hacia la Casa del Padre.





PAPA FRANCISCO
AUDIENCIA GENERAL
Miércoles 22 de marzo de 2017


San Pablo continúa ayudándonos a comprender mejor en qué consiste la esperanza cristiana. Hoy señala dos actitudes importantes para nuestra vida y nuestra experiencia de fe. La perseverancia o paciencia es la capacidad de soportar, de permanecer fieles, sobre todo en medio de las situaciones adversas. Por otra parte, la otra actitud, la consolación es la gracia de saber acoger y mostrar en todo momento, especialmente en aquellos momentos marcados por el sufrimiento y la desilusión, la presencia y la acción compasiva de Dios que nunca nos abandona y permanece siempre fiel en su amor por nosotros.

Por eso el Apóstol afirma que somos fuertes, porque en la lógica del Evangelio nuestra fuerza no viene de nosotros sino del Señor, que nos concede experimentar su consolación y su amor fiel, y nos da la capacidad de estar cerca de los hermanos más débiles y de hacernos cargo de su fragilidad.

La Palabra de Dios alimenta en nosotros la esperanza, que se traduce concretamente en servicio recíproco y en el compartir. Esto es posible sólo cuando en el centro está Cristo y su Palabra, porque él es el “hermano fuerte” que nos cuida y nos carga sobre sus hombros de “Buen Pastor”, tierno y solícito.


Saludos:
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los provenientes de España y Latinoamérica. Agradezcamos al Señor el don de su Palabra y no olvidemos que nuestra esperanza no depende de nuestras capacidades, sino de la ayuda de Dios y de la fidelidad de su amor. Muchas gracias.